El ser humano es un animal social que desde la antigüedad se ha comunicado con los demás. La comunicación humana surgió en el momento en que nuestros ancestros en su lucha por la supervivencia y en respuesta a sus instintos se vieron obligados a transmitir a quienes les rodeaban, sus impresiones, sentimientos, emociones. Para ello se valieron de la mímica, de los gritos y las interjecciones, lo que constituyó un lenguaje biológico.
Posteriormente surgió el lenguaje hablado y las manifestaciones pictóricas. Aparecen las pinturas rupestres, los jeroglíficos; pudiendo así el hombre, por primera vez expresar su pensamiento de un modo gráfico. El pensamiento humano ha evolucionado tornándose cada vez más complejo y ecléptico, acorde a este y como representación del mismo su expresión gráfica ha sufrido una evolución similar. Hemos pasado de las primeras figuras simples y esquemáticas que reproducían la realidad más cercana de sus artífices a las complejas composiciones de hoy.
Los antropólogos opinan que el hombre prehistórico entró en la era del habla y del lenguaje alrededor de 40.000 años atrás. Para el hombre Cromagnon el lenguaje ya era de uso común. Hace 5.000 años se produjo la transformación hacia la era de la escritura, la que se constituyó en una progresiva herramienta del progreso humano. Llegar a la escritura significó pasar antes por las representaciones pictográficas que reflejaban ideas hasta la utilización de letras que significaran sonidos específicos.
Otro de los mayores logros humanos a favor de la comunicación se produjo en el siglo XV con la aparición de la imprenta de tipo móviles que reemplazó a los manuscritos. La idea fue concebida por un orfebre, Johann Gutemberg, quien después de muchas pruebas descubrió un sistema único para hacer los caracteres de imprenta. El nacimiento del libro amplió las posibilidades de la comunicación y la difusión de la lectura y de la escritura.
En el siglo XIX se desarrollaron los primeros medios de comunicación instantánea: el telégrafo por cable (Samuel Morse en 1844) y el telégrafo sin hilos (Guillermo Marconi en 1895). En 1876 el ingeniero Alexander Graham Bell inventó el teléfono, aparato que sirvió para comunicarse a grandes distancias.
El cine fue inventado en 1895 en Francia, por Conisy Auguste Lumiere, y ya en 1897 Eugenio Py produjo en nuestro país la primera filmación local, se trataba de una breve película cuyo tema era la bandera Nacional. A las primeras versiones de cine “mudo”, se sumaron en las décadas de 1920 y 1930 el cine sonoro, los filmes en color (popularizados luego de la Segunda Guerra Mundial), el cinema Scope y otras técnicas. Su impacto sobre la sociedad fue notable.
La primera década del siglo XX aportó muchos perfeccionamientos técnicos, los equipos de radio se hicieron más livianos y poco a poco, la radiotelefonía se generalizó, sobre todo después de la primera Guerra Mundial. La primera transmisión radial Argentina tuvo lugar en 1920. En 1929, J. Boird basándose en experimentos anteriores consiguió la primera transmisión televisiva, con una imagen muy poco definida. Diversas modificaciones técnicas las fueron perfeccionando y poco después se ponían en marcha las primeras emisiones públicas. El nuevo medio fue paulatinamente incorporado a los hogares y en el período inicial, tener un televisor era para las familias un símbolo de status.
La televisión se generaliza a partir de la Segunda Guerra Mundial; en nuestro país el primer canal emisor se inauguró en 1961 Al iniciarse la década del ´80 existían en nuestro país 155 emisoras y repetidoras de radio y 39 canales de emisores de televisión a los que se sumaban, a su vez, más de 90 repetidoras.
En 1994 se calculaba que funcionaban en nuestro país, más de 3300 emisoras de radio y 1200 de televisión. Estas cifras comprenden desde las emisoras oficialmente reconocidas hasta las radios de escaso alcance; desde los canales televisivos abiertos o de cable hasta las simples estaciones repetidoras.